“Mi mente está afónica,
 por odiarte tanto,
 por gritarte sin gritar,
 por llorar sin haber llanto.
 Un rato junto a ti,
 una repugnancia sin cese,
 un deseo de irme lejos,
 aunque al final me pese.
 Porque ya es  insostenible,
 se hace más y más difícil,
 mi corazón negro en la cruz,
 sujeto por imperdibles.”
23/05/2010
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario