“Recuerdo:
 cuando iba a la bodega,
 discutías con mi abuela,
 me reñías porque no era, 
 como debería ser.
  
 Y ahora;
 yo lloro sin saber.
 Recuerdo:
 cuando estabas en la Iglesia,
 las fiestas de Reboreda,
 cada día, cada fecha, 
 parece que aún fue ayer.
 Y ahora;
 yo lloro sin saber.
 Recuerdo:
 que reías sin motivo,
 jugar a cartas contigo,
 beber a escondidas vino,
 y ayudarme a creer.
Y ahora;
 yo lloro sin saber,
 porque no estás en el camino,
 te echo en fata, paso frío,
 necesito tu cariño, 
 y te canto aunque no estés.”
14/05/2010
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario